miércoles, 6 de diciembre de 2006

Humpty Dumpty y su popular método de análisis discursivo

(...) Como estaba diciendo, me parece que está bien hecha la resta... aunque, por supuesto no he tenido tiempo de examinarla debidamente... pero, en todo caso, lo que demuestra es que hay trescientos sesenta y cuatro días para recibir regalos de incumpleaños...
-Desde luego -asintió Alicia.
-¡Y sólo uno para regalos de cumpleaños! Ya ves. ¡Te has cubierto de gloria!
-No sé qué es lo que quiere decir con eso de la «gloria» -observó Alicia.
Humpty Dumpty sonrió despectivamente.
-Pues claro que no..., y no lo sabrás hasta que te lo diga yo. Quiere decir que «ahí te he dado con un argumento que te ha dejado bien aplastada».
-Pero «gloria» no significa «un argumento que deja bien aplastado» -objetó Alicia.
-Cuando yo uso una palabra -insistió Humpty Dumpty con un tono de voz más bien desdeñoso- quiere decir lo que yo quiero que diga..., ni más ni menos.
-La cuestión -insistió Alicia- es si se puede hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes.
-La cuestión -zanjó Humpty Dumpty- es saber quién es el que manda..., eso es todo.


Alicia se quedó demasiado desconcertada con todo esto para decir nada; de forma que tras un minuto Humpty Dumpty empezó a hablar de nuevo:
-Algunas palabras tienen su genio... particularmente los verbos..., son los más creídos..., con los adjetivos se puede hacer lo que se quiera, pero no con los verbos..., sin embargo, ¡yo me las arreglo para tenerlos cortitos a todos ellos! ¡Impenetrabilidad! Eso es lo que yo siempre digo.
-¿Querría decirme, por favor -rogó Alicia- qué es lo que quiere decir eso?
-Ahora sí que estás hablando como una niña sensata -aprobó Humpty Dumpty, muy orondo. -Por «impenetrabilidad» quiero decir que «ya basta de hablar de este tema y que más te valdría que me dijeras de una vez qué es lo que vas a hacer ahora pues supongo que no vas a estar ahí parada para el resto de tu vida».
-¡Pues no es poco significado para una sola palabra! -comentó pensativamente Alicia.
-Cuando hago que una palabra trabaje tanto como esa -explicó Humpty Dumpty- siempre le doy una paga extraordinaria.
-¡Oh! Dijo Alicia. Estaba demasiado desconcertada con todo esto como para hacer otro comentario.
-¡Ah, deberías verlas cuando vienen a mi alrededor los sábados por la noche! -continuó Humpty Dumpty-. A por su paga, ya sabes...

(Alicia no se atrevió a preguntarle con qué les pagaba, de forma que menos podría decíroslo yo a vosotros.)


1 comentario:

Anónimo dijo...

gracias a Dios por intiresny